La policía explicará en las escuelas “la cara negra de la piratería”

Hace un par de meses hablábamos en este artículo sobre el hecho de que España había solicitado a Europa más medidas que castigasen la piratería. Como dato positivo, mencionábamos el hecho de que se estimaba que esta actividad ilícita había descendido en torno al 4% en el año 2016.

Con todo, nuestro Estado afortunadamente considera esos datos como insuficientes y, en el marco de las ya habituales campañas contra la piratería, han decidido por fin atacar esta lacra social por el flanco de la educación. Para ello, los Ministros de Cultura y Educación y de Interior, han firmado un pacto por el que se comprometen a una colaboración mutua para atacar este problema desde las aulas.

Si bien aún no están totalmente claros los términos, plazos y/o presupuestos vinculados a esta nueva campaña de sensibilización, si se han avanzado algunas de las que para llevarla a cabo se van a elaborar ciertos materiales escolares de apoyo para profesores y tutores, así como el hecho de que agentes de la Policía acudan a las aulas para hablar con los alumnos y poder enseñarles "la cara negra de la piratería".

Por norma general, aquellos que acuden a los contenidos piratas lo hacen por dos razones, el elevado precio de los productos originales y la falta de consciencia del daño que la piratería puede provocar. En cuanto al precio de los productos originales, en la mayoría de las ocasiones los autores de los contenidos son precisamente los que menos rendimiento económico sacan del mismo, por ejemplo, los autores nóveles suelen recibir menos de dos euros por cada ejemplar vendido, lo que unido a la poca venta de ejemplares que se produce conlleva una falta de motivación de realizar un esfuerzo creativo que no se va a ver económicamente recompensado. Con respecto a otros daños que pueden derivarse de la piratería, por qué no decirlo, no sólo se trata de proteger al autor del contenido para fomentar que se sigan produciendo obras, sino que también se trata de acabar con las mafias que se hallan tras los vendedores de los top manta y la explotación a la que en la mayoría de ocasiones se encuentran sometidos, por lo que no comprarles también es una forma de que las mafias dejen de estar interesadas en este negocio.

Como ya sabemos, los derechos de propiedad intelectual se encuentran protegidos por el Código Penal y por una ley específica, la Ley de Propiedad Intelectual, que amparan a los autores frente a las agresiones más graves. Sin embargo, estas leyes no frenan al pequeño consumidor que descarga contenidos ilegales o compra en el top manta, sobre todo jóvenes y adolescentes, que son los que mejor manejo de las nuevas tecnologías tienen. Por ello, para luchar contra este fenómeno, se ha llegado a la conclusión de que lo mejor es que la educación.

Si se educa a jóvenes y adolescentes sobre los problemas que estas acciones acarrean probablemente haga que muchos de ellos se replanteen la necesidad de recurrir a estos medios, sobre todo cuando existen muchas otras alternativas para conseguir el acceso a los contenidos de forma legal. Estamos hablando, por supuesto, de plataformas online que nos facilitan el acceso a música, series o cine, por ejemplo, a cambio de pequeñas cuotas mensuales que en ocasiones no superan los 10 euros. Incluso existe ya la posibilidad de acudir a bibliotecas digitales que nos permiten el acceso a obras en formato digital para nuestros dispositivos electrónicos y, además, en el caso de querer conservar la obra de forma permanente, los formatos electrónicos tienen unos precios de venta bastante inferiores a su precio en papel.