La OMPI fija un límite a los ingresos por los derechos de música nocturna

Para los que no conozcan la historia, diremos que la rueda es el nombre de una supuesta trama de la SGAE mediante la que al parecer se generaban derechos de autor paralelos con los que algunas personas se lucraban. Tras ciertas denuncias, el entramado ha llegado hasta la Justicia, habiéndose llegado a investigar por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía Nacional De hecho, hace un par de meses, esta división de la Policía entró en la sede de la SGAE para recabar información sobre este caso y resultaron detenidas dieciochos personas en la operación.

El funcionamiento era aparentemente legal y bastante sencillo, las productoras de televisión contrataban a ciertos autores que componían o arreglaban temas y canciones de dominio público y los registraban en la SGAE como suyos. Estos autores, por contrato, tenían que ceder al menos el cincuenta por ciento de los beneficios por derechos de autor que esa obra les reportara. Las productoras de televisión ponían estos temas en las franjas nocturnas con menos audiencia, a veces incluso de forma imperceptible para el oído humano, pero al utilizarlas automáticamente se generaban derechos de autor por reproducción a favor del autor. Como el autor los había cedido a la productora, pues era esta la que cobraba esos derechos.

La cuestión aquí se halla básicamente en el hecho de que en las franjas con más audiencia no se suele reproducir música sujeta a derechos de autor, por lo que precisamente las reproducciones en las franjas nocturnas son las que mejor se pagan. Por ello, la propia SGAE se estaba enfrentando a numerosos conflictos internos, así que antes ni siquiera de las detenciones, había solicitado a la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), que se pronunciara sobre el tema del reparto de derechos de autor según las franjas horarias de la televisión.

Así las cosas, finalmente ha llegado el solicitado pronunciamiento por parte de la OMPI, y como era de esperar, ha puesto cierto orden en el caos que antes imperaba. En un laudo votado por unanimidad de los tres árbitros designados, se indica básicamente que dado la escasa audiencia y el poco valor comercial de la franja de la madrugada, lo correcto en cuanto a la distribución de los derechos de autor recaudados, sería concederle una cantidad fija que oscile entre el 10% y el 20% de ese total recaudado, de hecho ha sugerido que esa cantidad se sitúe concretamente en el 15%. Además, en lo que respecta a los fondos musicales, los no audibles o inaudibles no pueden ni deben generar derecho alguno de reparto, pues ello carece de sentido, y los escasamente audibles deben ver reducida su asignación en un 50%. Una solución muy ecuánime que sin duda permitirá acabar con la picaresca que se había desarrollado en torno a este tipo de acompañamientos musicales.