La conciliación para el Parlamento Europeo

Actualmente en España, la madre cuenta con una baja por maternidad de 16 semanas, y con suerte puede acumular las horas de lactancia y disfrutarlas todas de golpe en un periodo que será mayor o menor según su horario de trabajo y si trabaja a turnos o días, o si su trabajo es de lunes a sábado. El padre, o segundo progenitor, disfruta ahora de 8 semanas, que pasarán a ser 12 el uno de enero de 2020, y 16 el uno de enero de 2021 equiparándose totalmente a la baja maternal. Sin embargo, vamos a analizar realmente esto, estamos equiparando el descanso para el cuidado de los hijos del padre, o segundo progenitor, al de la madre, ser biológicamente diseñado para cuidar de ese bebé, y no para irse a trabajar cuando éste apenas tiene cuatro meses. Y no en vano, las recomendaciones actuales de la Organización Mundial de la Salud son que los bebés sean alimentados con lactancia materna en exclusiva al menos durante sus primeros seis meses de vida.¿Cómo concilia una mujer esa necesidad de su bebé con irse a trabajar dos meses antes?

Sin embargo, le damos al otro progenitor un exceso de semanas para que parezca que hay conciliación e igualdad, que en este caso no la tiene por qué haber pues, aunque los hijos son igualmente de ambos progenitores, no ha habido una igualdad en su gestación y su parto, que sólo ha correspondido a la madre, y tampoco ese otro progenitor tiene una igualdad biológica en su alimentación, pues no puede amamantarle. Lo lógico en estos casos, y para mejorar la conciliación, la igualdad y favorecer una inserción real de la mujer en el mercado laboral, es ampliar la baja de maternidad más allá de los cuatro meses. Pues las últimas medidas tomadas, lejos de incentivar la maternidad, lo que hacen es que las mujeres trabajadoras se piensen si realmente quieren ser madres, pues los primeros meses del bebé son complicados, y muchas saben que van a terminar abandonando su empleo en favor de cuidar de su bebé, aun cuando el otro progenitor también tenga cuatro meses para encargarse de su cuidado. 

¿Y qué medidas ha propuesto exactamente la Unión Europea para facilitar esa supuesta conciliación personal y laboral que persiguen? Pues bajas por paternidad (o segundo progenitor) muy inferiores a las que actualmente rigen en España, un mínimo de diez días laborales de permiso retribuido para los padres, dos meses de permiso parental pagado y cinco días al año para cuidados a familiares o a personas que vivan en el mismo domicilio y que padezcan una enfermedad grave o discapacidad relacionada con la edad. Además, tienen el dudoso acierto de establecer como mejora real la de que los padres trabajadores y cuidadores deberían de poder solicitar que se les adapte el modelo de trabajo a través de fórmulas como el trabajo a distancia y el horario flexible, como si fuera fácil trabajar ocho horas (o más en algunos casos) mientras te dedicas al cuidado de los hijos. 

En conclusión, desde las esferas políticas se desconoce, de forma expresa o por ignorancia, la necesidad real de las familias de que la madre biológica de los hijos pueda pasar más tiempo al lado de ellos sin tener que volver tan pronto al trabajo, renunciando con ello a importantes beneficios mutuos, y se trata de aparentar una importancia que realmente no se da a la labor de la mujer como cuidadora de su prole, en favor de otros mensajes más “progresistas” que le dicen que debe de volver cuanto antes a la normalidad y dejar a sus hijos al cuidado del padre, de los abuelos o de una institución, pues una vez terminado su “trabajo” de gestarlos y parirlos, ella ya no es necesaria y su función la puede suplir cualquier otra persona.