Día Mundial contra la Pena de Muerte, porque la muerte nunca es justicia

Desde el año 2003, el 10 de octubre es una fecha señalada en el calendario para aquellos que luchan contra las ejecuciones. Este día se conmemora el Día Mundial contra la Pena de Muerte, cuyo objetivo es la abolición universal de este tipo de castigo.

A lo largo del pasado año 2015 fueron ejecutadas 1.634 personas, según datos de Amnistía Internacional. Nunca, en los últimos 25 años, tantas personas se habían visto afectadas por la pena de muerte, y eso que el estudio no incluye datos de China. De las ejecuciones realizadas en 2015, el 89% se han llevado a cabo solo en tres países: Irán, Pakistán y Arabia Saudí. El informe de la ONG también señala por séptimo año a Estados Unidos como el único país de América en el que se aplica la pena capital, pese a que la cifra de ejecutados (28) es la más baja desde el año 1991.

Datos para la esperanza

Pese a que los datos de 2015 son así de negativos, hay otros que nos invitan al optimismo. Amnistía Internacional señala que el número de condenas a muerte interpuestas el pasado año ha decrecido respecto al año 2014. No hay que olvidar, por eso, que actualmente hay 20.292 personas condenadas.

Además, por primera vez, más de la mitad de los países del mundo han abolido por completo la pena de muerte. Actualmente 140 estados son abolicionistas (o bien porque no practican la pena de muerte o bien porque está prohibido) y 58 estados, retencionistas. Los últimos países en acabar con la pena de muerte han sido Madagascar, Fiji, Suriman y la República del Congo.

La pena de muerte en España

En nuestro país la pena de muerte fue abolida por Ley Orgánica el año 1995, aunque a la práctica ya llevaba en desuso desde la Constitución de 1978. Antes de esta fecha solo había sido abolida durante la Segunda República, entre los años 1932 y 1934.

El año 1934 fue restablecida para delitos de terrorismo y bandolerismo y el año 1938 fue reincorporada plenamente al código penal por Francisco Franco hasta su muerte, que puso fin a la dictadura.

Los últimos ejecutados en nuestro país fueron dos miembros de ETA y tres del FRAP, el 27 de septiembre de 1975.

Los métodos usados en España: desde la horca al garrote vil

La decapitación y la horca fueron los métodos más usados al condenar a pena de muerte en España durante la Edad Media y Moderna, hasta la progresiva aplicación del garrote vil, método que fue declarado como único válido a partir de 1775 bajo el reinado de Carlos III. Pese a lo rudimentario del método (se trata de un collar de hierro atravesado por un tornillo acabado en bola que al girarlo rompía el cuello, aunque esto último no era siempre instantáneo), en España se mantuvo vigente hasta mediados de los años 70. Los últimos hombres en pasar por el garrote fueron el anarquista catalán Salvador Puig Antich, en la Cárcel Modelo de Barcelona, y el delincuente común Georg Michael Welzel en la de Tarragona, ambos el año 1974.

Durante la dictadura franquista las condenas a muerte fueron numerosas. Además del garrote vil, también se empleó el fusilamiento.