Consejos legales para los juguetes inteligentes o smart toys

¿Tenemos claro qué se va a hacer con los datos de nuestros hijos que el smart toy está almacenando?

8 ENE 2018 · Lectura: min.
Consejos legales para los juguetes inteligentes o smart toys

Acabamos de pasar una de las fechas del año en la que los niños reciben muchos juguetes. Algunos son tradicionales y analógicos, los de toda la vida, pero cada día es más frecuente ver bajo los árboles navideños cientos de juguetes electrónicos e inteligentes que hacen las delicias de los más pequeños, pero que no dejan de preocupar a los padres por la seguridad que estos brinden respecto a posibles intrusiones en la privacidad del niño y del hogar.

Por ello, hemos preparado hoy este artículo que brinda unas pequeñas claves para que los padres puedan estar un poco más tranquilos mientras sus hijos juegan con estos prodigios de la ingeniería.

Ante todo, vamos a definir que es un juguete inteligente, o smarttoy, y en qué se diferencia de un juguete simplemente electrónico. Los juguetes llamados inteligentes requieren siempre de una conexión a Internet, de forma que cualquier juguete que no tenga este tipo de conexión, no será considerado smarttoy, sino que puede que sea sólo electrónico, como el típico juego Operación, que lleva un pequeño circuito electrónico que se activa cuando el niño falla y toca con las pinzas parte de la cavidad de dónde tiene que sacar la pieza.

Por ello, los juguetes inteligentes son algo más que esto, son juegos que no sólo presentan la vertiente de conexiones electrónicas de los anteriores, sino que además están conectados a la red y a alguna aplicación móvil que le da esa vertiente "inteligente", registrando los datos que recibe. Sin embargo, pocas son las veces que se piensa en que estos juguetes no sólo almacenan datos e imágenes de los pequeños que juegan con ellos, sino que además podrían estar almacenando otras muchas informaciones, como la geolocalización del propio juguete, hábitos de la familia, horarios de comidas, horarios en los que hay o no gente en casa, etc. Información muy peligrosa si cae en manos de empresas o personas no adecuadas.

Así que, dicho todo esto, debemos pensar en lo siguiente, ese juguete inteligente que tanto gusta al niño, ¿es realmente adecuado para él?, ¿los términos, condiciones y permisos que se otorgan a la aplicación están realmente justificados? Ante estas posibilidades, se aconseja a los padres que decidan regalar a sus pequeños alguno de estos juguetes que siempre tomen ciertas precauciones. Por supuesto, siempre leer el acuerdo de la licencia por completo, no aceptar sin más las condiciones y repasar que se ha entendido todo el contenido del contrato, así como que estamos de acuerdo con el mismo. Está claro que el no aprobar el condicionado puede reducir o incluso anular la jugabilidad del juguete, pero si no tenemos claro qué se va a hacer con los datos que el mismo está almacenando, mejor no utilizarlo e incluso se podrá consultar en el Oficina de Protección de Datos, para tener una información más fundamentada de a qué estamos dando permiso.

Puede parecer que son juguetes inocentes, pero no debemos olvidar que, aunque la propia empresa que los fabrica y presta su servicio sea legal y honesta y no esté traficando con los datos que recoge del juguete, éste puede en ocasiones ser vulnerado en su seguridad por hackers que pretendan, por ejemplo, el robo a la familia. Por ello, ante este tipo de juguetes toda precaución es poca y siempre debemos de proteger al máximo la privacidad del niño y el resto de la familia, frente a posibles intrusos virtuales.

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Escrito por

Jennifer Alarcón

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