¿Se puede denunciar a Barbie por espionaje a menores?

Ya hablamos del tema de los peligros que este tipo de juguetes, aparentemente inocentes, pueden acarrear a nuestra familia. Hablábamos entonces de la importancia de valorar si realmente ese juguete es el adecuado para nuestros hijos o no. Sin embargo, hoy vamos a asumir que ese juguete ya está en casa, alguien se lo ha regalado a nuestro pequeño y ahora ya no podemos decir que no, por tanto, ahora ¿qué hacemos? ¿se podría denunciar al fabricante si descubrimos que este juguete tiene intenciones ocultas?

Lo cierto es que esto me recuerda mucho a un episodio de una famosa serie de dibujos animados en los que un fabricante de juguetes usaba un pequeño peluche animado para espiar a los niños y saber qué buscaban ellos en el juguete perfecto, una especie de estudio de mercado gratuito, a cargo de los niños que jugaban. El episodio terminaba de forma rocambolesca con el lanzamiento de un nuevo juguete muy surrealista, pero lo cierto es que el caso no se aleja tanto de la realidad como podemos pensar.

De hecho, uno de los juguetes que han sido públicamente acusados de llevar a cabo conductas que podrían resultar en espionaje a los niños ha sido el buque insignia de Mattel, su muñeca Barbie, y concretamente el modelo Hello. Esta muñeca, al parecer posee un mecanismo de inteligencia artificial que, a través del grabado de audios de su propietario va conociéndole y aprendiendo a mantener una conversación lo más natural posible. Y es precisamente esa forma en la que la muñeca "aprende" del pequeño, lo que más preocupa a ciertos grupos, que ven en ella una pequeña espía en potencia que graba conversaciones, y las situaciones, que la rodean para enviar esos archivos de audio a un servidor de la empresa.

Sin embargo, al tratarse de unas tecnologías tan novedosas, en nuestro país aún no existe una legislación específica que se les aplique, lo que dificulta en exceso el poder denunciar a su fabricante. Si es cierto que, con el nuevo Reglamento Europeo de protección de datos se pretende aumentar la seguridad en la recogida y tratamiento de datos personales, pero si la empresa cumple con lo establecido en la ley sobre la información que debe de facilitar a los usuarios, ningún fin, en principio, es ilícito. De esta forma, siempre que la empresa informe de su política de protección y tratamiento de datos personales, así como que cumpla con la misma, no será denunciable su comportamiento, pues será ajustado a la legalidad vigente.

Por tanto, el problema con estos juguetes tecnológicos, no está en su legalidad o no, pues pueden perfectamente cumplir con los deberes legales de información de los fines de la recogida, tratamiento de los datos personales, y la forma y plazo de su destrucción. Si no que la sociedad en general no está acostumbrada a leer las políticas de tratamiento de esos datos y a dejar de utilizar un juego si no están de acuerdo con ellas, sino que simplemente se acepta todo sin más cuestionamientos.

Llegados a este punto, como ya hemos mencionado más arriba, lo más importante no es si se puede denunciar a Mattel por las grabaciones que hace su muñeca o no, sino que nosotros debemos de saber en qué momentos esa muñeca va a grabar o no, y decidir libremente si queremos perder esa parcela de privacidad. Si no estamos de acuerdo, simplemente no debemos de aceptar las condiciones del juego y utilizar el mismo como un juego analógico, de forma que, si no tiene las pilas o baterías cargadas y conectadas, y no está en funcionamiento, no tendremos que preocuparnos por la invasión a nuestra privacidad.