Que hacer ante un abuso policial

Buenas tardes,
El pasado viernes, día 2 del mes de Junio del 2023 a la madrugada con el día 3, sufrimos una situación de abuso policial y no sabemos cómo podemos defendernos y no simplemente esperar a que solo quede en una multa.
Estábamos en casa en la Manjoya (Oviedo) en una fiesta de despedida de uno de los inquilinos que volvía para su país. Disfrutábamos de la reunión cuando de pronto aparecieron dos policías locales de Oviedo, que sin preguntar ni haber recibido cualquier tipo de permiso u orden judicial entraron dentro de la propiedad, cruzando una primera puerta de la parcela y llegando a cruzar después la del garaje accediendo al interior de la vivienda.
Cuando los vi, me acerqué a la puerta y los informé de que no podían entrar y que si eran tan amables me acompañaran a la calle donde podríamos hablar. No se lo tomaron nada bien y con actitud chulesca y desafiante negaban estar dentro de la casa y que yo pudiera tener razón en decirles que no podían estar dentro. Poco a poco avanzábamos para la puerta de la parcela mientras seguían negando su error de entrar en la casa sin motivo alguno, debido a su actitud amenazante, agresiva y provocadora, me tomé la libertad de pedirles su número de identificación, a lo que reaccionaron violentamente alterandose aún más y pidiéndome el DNI. Uno de ellos lo llevaba visible como están obligados y aunque sin su colaboración pudimos verlo y apuntarlo, pero su compañero que parecía ser de más alto cargo ni si quiera lo llevaba visible en su uniforme, provisto de chaleco antibalas. Estábamos a unos metros de la puerta cuando mirando el móvil para apuntar dicho número de identificación me agarraron de forma muy violenta, y comenzó un forcejeo en el que intentaba zafarme de ellos mientras me arrastraban entre estudiados golpes, llegando incluso a cogerme del pelo y tirar violentamente hacia fuera de la parcela de la casa, a la calle. Una vez fuera me llevaron contra el muro donde me querían inmovilizar agarrándome cada uno un brazo, pisándome los pies para que no pudiera moverme. En un momento de despiste debido a la presión de la gente que estaba viendo todo lo que pasaba, incluidos en estos los vecinos que salieron al ver las luces, conseguí liberar un brazo y mientras ambos policías tiraban de mi hacia una zona lejos de los ojos de la gente logré agarrar a una de las personas que seguían en la casa que me tendió la mano dándome el apoyo que necesitaba para liberarme. Una vez dentro de casa ellos ya no volvieron a entrar, eran bien conscientes de que no podian, esto les cegó en extorsionarnos de cualquier manera posible. Desde dentro intentando controlar el ataque de ansiedad quise hablar con varios de sus compañeros que habían aparecido de pronto, unos 8 10 agentes que ya esperaban en la esquina. Tras varios intentos de comunicación fallidos volví al interior de la casa donde permanecí durante el resto de esta situación, que lejos de acabar solo estaba empezando. Fuera estaban la mayoría de personas que se encontraban en la casa que intentaban entender la situación, siendo imposible llegar a establecer una comunicación que no fueran extorsiones y amenazas de avisar a más cuerpos de seguridad del estado y entrar en la casa, como si de cualquier tipo de organización criminal nos tratásemos, con la única fijación de que de la manera que fuera nos identificáramos tanto yo como otras dos personas. Sin llegar a ningún tipo de acuerdo y después de haber dado varias identificaciones lo llevaron más lejos y empezaron a multar todos los coches que estaban aparcados en la calle, todos de personas que estaban en la casa excepto el de los vecinos a los que avisaron de que lo quitaran. El miedo con el que acostumbran a manejarnos surtió efecto, disolviéndose esta reunión de amigos. La actitud general de estos policías fue agresiva y sin ningún tipo de interés en escuchar a nadie. Cuando ya tenían bastantes personas identificadas y ya todos los coches con multa de aparcamiento, en una calle donde siempre se aparcó de esta manera y sin que ninguno impidiera el uso de la vía, fueron retirando uno a uno estos vehículos llevándolos al depósito municipal. Permanecieron montando guardia en la puerta hasta que fue recogido el último de los coches.
Esta atmosfera de miedo e inseguridad que crean estos cuerpos de "seguridad" hace pensar que es imposible defenderse ya que parece que todo el poder es suyo, esto sumado al gasto económico que supone una defensa profesional y los procedimientos jurídicos hace que no sepamos como afrontar esta situación sin que quede tapada y pagada por nosotros como ocurre en la mayoría de los casos.
Muchas gracias por estar recibiendo esta información, alivia saber que no estamos solos.

Un abrazo. Erik