Divorcio contencioso y un menor

Estimada Teresa:

La declaración de rebeldía se produce en el momento que se constate que habiendo sido notificada en legal forma la parte demandada no ha querido hacer uso de su derecho, que no obligación, de personarse y actuar para defenderse de las pretensiones de la demandante.

La LEC no carga peyorativamente a la rebeldía; se estima que no supone incumplimiento de la obligación de comparecer sino el no ejercicio de un derecho (comparecer y defenderse) de cuyo no ejercicio pueden derivarse consecuencias perjudiciales. Como decíamos, se estima cumplido el principio de contradicción, con sólo dar posibilidad al demandado para defenderse mediante el emplazamiento en forma.

Pese a la no personación en debida forma, el demandado rebelde es parte procesal (y sobre dicha parte recaerá el posible perjuicio de tal inactividad, y, a menos que la ley disponga otra cosa, en nada se altera el curso regular del proceso.

Desde ese momento, al demandado rebelde no se le notificará ninguna otra cuestión salvo la que ponga fin al procedimiento de tal manera que le parará el perjuicio a que haya lugar en derecho por el el hecho de no haberse defendido de sus pretensiones o concretas acusaciones como parte demandante. Es decir que tiene muchas posibilidades de ganar el pleito.

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