EL DESPACHO

El Despacho
Julián-Ignacio Cañas, fundador del actual Despacho CAÑAS ABOGADOS, viene dedicándose al mundo del Derecho Urbanístico e Inmobiliario, en general, desde que prácticamente comenzó su vida profesional, y más concretamente, desde 1976 en que se incorporó a la entonces Agencia Inmobiliaria Galle, empresa de servicios inmobiliarios y urbanísticos.

Aprovechando la nueva legislación española sobre ordenación del territorio de 1976, se inició en el mundo del Derecho Urbanístico en las facetas del planeamiento urbano y de la gestión urbanística.

En el año 1980, se desvincula de la Agencia Inmobiliaria Galle y constituyó su primer Despacho dedicado integrante al Derecho Urbanístico e Inmobiliario, Despacho donde ha venido trabajando hasta que en el año 2005, se incorpora su hijo Iñigo-Xabier Cañas Leiza, entonces recién Licenciado en Derecho, quien después de un año de trabajo directo en el Despacho de su padre, acude a estudiar un Máster en Urbanismo y Ordenación del Territorio a la Universidad San Pablo (CEU) de Madrid y una vez finalizado el Máster, se incorpora definitivamente al Despacho de su padre, a la vez de que la hija menor del fundador, Irune-Amaia Cañas Leiza, también finaliza en el Despacho de “Zarraluqui Abogados”, un Máster en Derecho Matrimonial y de Familia, quien para completar su formación se quedó trabajando cuatro años en un Despacho especializado de Madrid, hasta que en el año 2011 se incorporó al Despacho de CAÑAS ABOGADOS, en su sede de Pamplona ampliando el despacho con el área de derecho de familia y sucesiones.

Previendo estas nuevas incorporaciones y la necesidad de crear un Despacho moderno y proyectado hacia el futuro, el fundador decide abrir en el año 2007 el Despacho de CAÑAS ABOGADOS en la ubicación actual, Despacho que funciona bajo los siguientes valores:
  • Calidad óptima y elevado nivel en la prestación de servicios jurídicos.
  • Defensa de los intereses del cliente, dentro del marco del ordenamiento jurídico y partiendo siempre de la base de que en ningún momento se debe actuar de forma que podamos perjudicarlo, y siempre consiguiéndole una rentabilidad adecuada.
  • Impartir cursos y recibir formación permanente en las áreas jurídicas que en el Despacho sirven para prestar servicios jurídicos a los clientes, como forma de actualizar conocimientos y poner a disposición de la Empresa los conocimientos que se han atesorado por un trabajo consciente y colectivo.
  • Cuidar la atención de los profesionales y del personal contratado, hacia los clientes, ya que la marca se identifica con el apellido.