Vocabulario jurídico: Arbitraje internacional

Nueva edición de nuestros vocabulario jurídico, el arbitraje internacional

14 MAY 2015 · Lectura: min.
Vocabulario jurídico: Arbitraje internacional

El arbitraje es un procedimiento privado de solución de controversias, mediante este procedimiento las partes de mutuo acuerdo, en lugar de acudir al juez, someten sus disputas a uno o varios terceros independientes denominados árbitros, que son los encargados de resolver el conflicto y dictar una decisión (denominada laudo) que es obligatoria para las partes y que en caso de no cumplirse puede ejecutarse ante un Juzgado tradicional.

El árbitro encargado de resolver el asunto suele ser una persona del mundo del Derecho que se dedica a solucionar estos conflictos, aunque en ocasiones también se trata de peritos o expertos en la materia de la que se esté discutiendo. En España es muy habitual el arbitraje en los ámbitos relativos a las telecomunicaciones, debido a la alta cantidad de reclamaciones de los usuarios en la llamada OMIC.

El arbitraje puede ser privado, llevado a cabo por una persona elegida por las partes y que no tiene porque dedicarse al mundo del Derecho como ya hemos visto, o puede ser institucional, que viene de la mano de la Cámara de Comercio y la Corte Española del Arbitraje, a ella se puede someter cualquier arbitraje nacional o internacional. Los arbitrajes internacionales suelen darse en cuestiones económicas, como por ejemplo entre empresas por problemas en la recepción de las mercancías. Hemos de saber además que una vez decidimos someternos al arbitraje ya no es posible volver a tratar ese asunto ante un Juzgado convencional, únicamente podremos pedir al Juzgado que ejecute el laudo dictado por el árbitro, pero en ningún caso que vuelva a juzgar el conflicto. El Convenio de Nueva York de 1.958 establece las bases para que los Estados reconozcan los laudos arbitrales de otro Estado diferente al suyo.

Procedimiento

Tanto en el caso de que el arbitraje sea nacional como internacional va a seguir los mismos pasos:

  • En primer lugar debemos de redactar un escrito de solicitud de arbitraje en el que se expresen nuestros datos, los datos de la parte contra la que queremos dirigir el arbitraje, describiremos la controversia y lo que pretendemos lograr con el arbitraje, identificaremos los documentos en los que se basa la controversia y haremos una propuesta sobre el tipo de arbitraje que queremos (número de árbitros, idioma, lugar del arbitraje, las normas que se aplicarían al conflicto…). Con esta documentación acompañaremos la tasa de admisión, que en la Corte Española de Arbitraje está fijada en 800 euros para los procedimientos de cuantía inferior a 300.000 euros y 1.000 euros para el resto.
  • Designación del árbitro o árbitros y firma del Acta de Misión, en la que se fijan los plazos del procedimiento (fechas para la presentación de la demanda, para la contestación, prueba, conclusiones y Laudo).
  • Se irán celebrando en las determinadas fechas cada uno de los pasos referenciados arriba y finalmente se dictará por el árbitro una especie de "sentencia" llamada Laudo. El Laudo obliga a las partes que se han sometido al arbitraje a su cumplimiento. Además, en el Laudo se podrá establecer que el demandado sea el que pague los gastos ocasionados por el arbitraje, incluida la tasa de admisión. En éste se fijará una fecha límite en la que se habrá de cumplir lo ordenado por el árbitro.
  • En caso de que no se cumpla lo ordenado de forma voluntaria, se podrá acudir a los Juzgados convencionales para que ellos obliguen a la parte condenada al cumplimiento de lo expresado en el Laudo, el procedimiento es similar al de ejecución de sentencias.

Por tanto, hemos de decir que el arbitraje internacional es un procedimiento mucho más fluido y corto que si se acudiera a la Justicia ordinaria, pues no se ha de estar entrando en quién es competente o no para juzgar un asunto. Además de ser bastante más económico, teniendo en cuenta que el único profesional que necesitaríamos sería un abogado que nos redactase los escritos, por lo que los honorarios son sensiblemente más económicos.

abogados
Linkedin
Escrito por

Jennifer Alarcón

Deja tu comentario