Una madre se enfrenta a una multa de 10.000€ por publicar fotos de su hijo sin su consentimiento

Precisamente hoy queremos hablar sobre este tema, el cuidado de lo que publicamos en nuestras redes sociales. Que no debemos olvidar que no se circunscriben únicamente a Facebook o Twitter, otras aplicaciones como Whatsapp o Youtube también deben de ser cuidadas. Hacemos esta puntualización porque, aunque el caso que vamos a reflejar habla de publicación de fotografías en Facebook, también podría ser aplicable al uso de fotografías como imagen de perfil en la red de mensajería instantánea o la publicación de imágenes o vídeos en la plataforma de Youtube.

El caso nos llega desde Italia, donde un adolescente de dieciséis años ha denunciado a su propia madre por publicar en Facebook, y otras redes sociales, fotos, vídeos y datos relacionados con él y con el proceso de divorcio entre ambos progenitores. Al parecer, el chico se siente extremadamente incómodo por el hecho de que la madre airee cualquier aspecto de sus vidas en las redes sociales, al punto de haber solicitado del juez permiso para continuar sus estudios en otro país, para así alejarse de la situación a la que se encuentra expuesto.

Ante ello, la justicia italiana ha estimado la demanda del joven y ha otorgado a la madre un plazo para que elimine todas esas publicaciones que revelan datos sobre la vida del menor, así como fotografías o vídeos en los que aparezca. En caso contrario, se le impondrá una multa de 10.000 euros por persistir en la conducta infractora.

¿Pero es esta situación aplicable a nuestro país? Por supuesto que sí, pues hemos de recordar que nuestra Constitución ampara el derecho al honor, la intimidad y la propia imagen, por lo que si el menor considerase que se está vulnerando este derecho por parte de uno, o ambos progenitores, podría acudir a solicitar amparo judicial frente a las posibles extralimitaciones de los padres.

Evidentemente, cuando se trata de un bebé, serán ambos progenitores, siempre de común acuerdo, los que decidan qué imágenes publicar y cuáles no en las redes sociales, pero no debemos de olvidar que los niños crecen, y puede que no estén conformes con el uso que sus padres hayan hecho de su imagen, por lo que siempre se ha de pensar muy bien qué se publica en las redes sociales.

Por último, no olvidemos nunca que, no se trata ya solamente de la imagen pública del menor, que puede verse afectada en un futuro por esas fotografías que se muestran al mundo. Sino que también estamos dando una información muy valiosa a gente de la que no sabemos nada, y de la que por supuesto, desconocemos sus intenciones. Recordemos que la tierna imagen de nuestro pequeño desnudo en la bañera, podría llegar a ser utilizada en una red de pornografía infantil. También podría llegar a saberse todo sobre los horarios y el día a día del menor mediante las fotografías subidas a la red, imágenes que muestran el vehículo de los padres, el colegio al que va el niño, la calle en la que vive, todo esto facilita mucho la labor de las mafias dedicadas al secuestro de menores. Por ello, y ya no sólo por la posible desavenencia con el menor cuando crezca, debemos de pensar muy bien si realmente es necesaria la publicación de estas fotografías en las redes sociales, o si es preferible enseñar esas fotografías personalmente a aquellas personas que nosotros consideremos interesadas en ellas.