Redes sociales y blogs, ¿la asignatura pendiente de los despachos de abogados?

La comunicación con los potenciales clientes es una de las bases más importantes para cualquier empresa. Por ello, no son pocas las que aprovechan la posibilidad de una comunicación instantánea y fluida que nos otorgan Internet y las redes sociales.

Sin embargo, otras muchas empresas aún no se han dado cuenta de las bondades que aprovechar este campo tendría para sus negocios. Actualmente, los clientes no sólo buscan en Internet un hotel para pasar sus vacaciones, o el regalo de Navidad que van a hacer a sus parientes y amigos. Ahora TODO pasa a través de estos filtros, desde el restaurante al que ir a cenar hasta el médico al que acudir a hacerse un chequeo o,aunque parezca increíble, el abogado al que se va a contratar para un determinado asunto legal.

Puede parecer, por tanto, que simplemente con estar incluido en una base de datos on-line de profesionales jurídicos es suficiente. Pero no, pues el potencial cliente quiere ver una muestra del trabajo, aptitud y actitud del profesional con el que va a tratar, y probablemente también buscará las opiniones y experiencias que otros clientes han tenido antes que él. Por eso es tan importante no olvidarse de esta vertiente tan pública de la imagen profesional, y un blog impecablemente actualizado y unas redes sociales activas van a ayudar a captar muchos más clientes de lo que puede parecer a simple vista.

No se trata de estar conectado las veinticuatro horas del día a Twitter, ni de actualizar a diarioel blog corporativo con una nueva entrada, sino de que el cliente capte que somos una empresa, o profesional, que se mueve y está actualizado, que es el perfecto para llevar su caso.Suena complicado, ¿verdad?

Muchos despachos se están dando cuenta de la importancia de mantener activa su imagen pública a través de Internet y las redes, y algunos incluso contratan a una persona que específicamente se encargue de esta función, respondiendo preguntas, comentarios, dudas o sugerencias que se plantean virtualmente. Pero entendemos que esta posibilidad no está al alcance de cualquiera, pues un abogado novel que acaba de inaugurar su despacho no tiene el poder económico de contratar a una persona sólo para estas funciones, por lo que en esos casos es muy importante acudir a un curso de los muchos que, entidades como las Escuelas de Periodismo, están comenzando a impartir.

Ello porque, aunque pueda parecer que con tener una simple página web con los datos de contacto del despacho, o unas redes sociales en las que de vez en cuando se publique algo, es suficiente, lo cierto es que la comunicación que se debe de realizar tiene sus propias reglas y sus particularidades. No es el mismo lenguaje que se usa generalmente en las redes personales, y el tono debe de transmitir una imagen de marca impecable, profesional y confiable, a la vez que muestra los servicios que se ofrecen. Es decir, debe contribuir a la creación de una reputación corporativa y promocionar los valores que la empresa ofrece a sus futuros clientes, de forma que estos sean proclives a elegir a ese despacho como su favorito entre las miles de opciones que tienen a su disposición.