¿Qué hacer si alguien me suplanta la identidad online?
Conoce las acciones que puedes tomar si alguien está suplantando tu identidad en internet, además de los problemas que enfrentaría el suplantador.
La suplantación de identidad online está, por desgracia, cada vez más a la orden del día, por lo que tenemos que ser muy cuidadosos con ciertas prácticas en Internet, como el pago de la compra con tarjeta de crédito o la comunicación de nuestros datos para registrarnos en páginas web poco seguras.
Este delito consiste básicamente en el hecho de que una persona se haga pasar por otra ante un tercero, suplantando así a la primera persona, normalmente con fines delictivos como contratar servicios o incluso créditos bancarios a nombre de esa persona. Es mucho más habitual de lo que puede parecer a primera vista, siendo muy común que se descubra cuando se le reclamen los impagos por parte de empresas y compañías con las que no se ha contratado ningún servicio. Precisamente el hecho de no haber contratado ningún servicio hace que en ocasiones no se dé importancia al asunto y se tome como una equivocación, provocando esto que la persona suplantada acabe incluida en registros de morosos debido a las deudas contraídas por el estafador.
En otras ocasiones la suplantación no tiene contenido económico, sino un contenido social o personal, como la suplantación en las redes sociales para causar problemas en la vida personal del suplantado. Esto suele hacerse sobre todo por personas del ámbito personal o laboral del afectado, como exparejas o compañeros de trabajos resentidos y con ganas de vengarse por algo.
Dicho todo esto, ¿qué debemos hacer en estos casos? Pues en ambos casos hemos de actuar de la misma manera: en el momento en el que tengamos constancia de que esto está pasando debemos acudir rápidamente a denunciar ante la policía, para evitar perjuicios mayores y dejar constancia de esta suplantación. Igualmente habremos de acudir a un abogado que nos guiará a través de los trámites necesarios para solucionar el problema.
Estas situaciones suelen destaparse tarde en el tiempo, y en el caso de las suplantaciones con fines económicos, cuando las deudas contraídas por el suplantador son considerables. Esto se debe a que en los primeros meses del inicio de la suplantación se encargan de cubrir todos los importes para no levantar sospechas y conseguir más contratos falsos. Por ejemplo contrata un servicio de móvil, de adsl, una tarjeta de crédito, etc, y si empieza a impagar no podrá contratar otros servicios. Cuando ya han pasado unos meses y ha contratado todos los servicios es cuando empieza a gastar sin control y a dejar de pagar, y ahí es cuando la persona suplantada empieza a recibir ciertos avisos sobre que se están dejando de pagar servicios y que se va a proceder al corte de los mismos. Por ello, recomendamos que siempre que recibamos un aviso de ese tipo debemos ponernos en contacto con la empresa que nos reclama la deuda para comprobar si efectivamente existe algo raro detrás de esto o ha sido un error.
Como decíamos, en el caso de que efectivamente nos hayan suplantado la identidad online, este va a ser un procedimiento arduo y complejo que penalmente podría terminar con una condena a prisión de seis meses a tres años para la persona suplantadora de la identidad, al margen de otros delitos que haya podido cometer durante la suplantación (artículo 401 del Código Penal).
Por último, para evitar al máximo que nadie pueda acceder a nuestros datos personales, hemos de controlar siempre las personas que tienen acceso a los mismos. Nunca debemos facilitar nuestros datos de identidad a personas desconocidas o en plataformas digitales poco seguras, como el número de nuestro DNI, dirección, nombre y apellidos completos, cuentas bancarias, etc. Tampoco facilitar fotografías o fotocopias de nuestros documentos de identidad. Evidentemente estas medidas no son seguras al cien por cien, pero como dice mi abuela, siempre es mejor prevenir, que curar.