Principios básicos del derecho tributario

El derecho tributario es la rama jurídica que regula la forma en la que los ciudadanos contribuyen al sostenimiento de las cargas del Estado, es decir, es la rama del derecho que nos indica quien y en qué medida paga los impuestos o tributos.

Esta rama, como todas, se apoya sobre unos principios básicos, y éstos principios básicos se encuentran en el caso del derecho tributario en nuestra Carta Magna, la Constitución Española de 1.978.

A este respecto, el artículo 31 enumera en tres párrafos cuáles son estos principios:

1. Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio. Este principio establece la proporcionalidad que debe de regir siempre al derecho tributario, de forma que nunca se pida al contribuyente más de lo que su economía puede soportar, ello implica que siempre deben de fijarse unos mínimos excluidos de tributación, como en el caso del IRPF y el mínimo personal y familiar o el caso del IVA y los productos de IVA reducido o los que ni siquiera llevan IVA.

2. El gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos públicos, y su programación y ejecución responderán a los criterios de eficiencia y economía. Este principio nos dice que los poderes públicos, el Gobierno, deben de fijar la forma en la que se gasta ese dinero recaudado para garantizar que se maximizan las posibilidades, gastando de forma responsable y únicamente en la forma que más ventajas y menos costes aporte. Además de ello, establece que los recursos económicos obtenidos por vía tributaria deben destinarse a lograr un beneficio para los contribuyentes, por lo que se asignarán a las partidas que sean absolutamente necesarias para el sostenimiento del llamado Estado del bienestar.

3. Sólo podrán establecerse prestaciones personales o patrimoniales de carácter público con arreglo a la ley. Por último, este principio establece la redistribución de la riqueza, de forma que las personas que no tienen ingresos (o los que tienen son insuficientes para subsistir) podrán recibir prestaciones que les ayuden a solventar sus problemas económicos y garanticen que mantengan una vida lo más digna posible, intentando cubrir sus necesidades vitales tales como comida, servicios básicos (luz, agua, gas) y vestido.

Estos son los principios más básicos del derecho tributario, que luego se tratan de plasmar en todas las normas de esta rama, aunque por desgracia no siempre se consigue su aplicación de forma total y absoluta. Eso sí, su existencia al menos asegura que en el caso de que se vulneren se puede acudir al Tribunal Constitucional para que anule la norma que los incumple y proteja el orden jurídico, protegiendo así a los ciudadanos de los posibles abusos de los poderes públicos.