Los millennials llegan a los bufetes

Los nuevos graduados en Derecho, pertenecientes ya a la generación de los millenials, empiezan a valorar cosas diferentes en el mundo laboral, ya no quieren pasar el día metidos en el despacho y abogan por la conciliación de la vida familiar y personal con la laboral, para ellos la vida es trabajar para vivir, pero no vivir para trabajar. Así es como se dibuja el perfil del nuevo profesional del Derecho desde la iniciativa LawWithoutWalls 2017, organizado por la Miami School of Law.

Están dispuestos a darlo todo, ser los mejores, aumentar su productividad en las horas de trabajo, pero quieren que éstas sean menos y de más calidad. Para ello, abogan por introducir cambios en los despachos tradicionales, no sólo en cuanto al espacio físico en sí mismo, sino también el ambiente o su organización. Entre las medidas que algunos de los participantes proponen hay algunas como áreas de descanso en las que relajarse un poco e incluso practicar yoga, pilates o meditación, para descargar el estrés y continuar con su jornada laboral con las pilas bien cargadas. Y no es nada descabellado, aunque pueda parecerlo, ya lo demostró el gigante Google, cuyas oficinas repartidas a lo largo y ancho del mundo tienen toboganes, grandes áreas de relax y esparcimiento, e incluso un pequeñito campo de golf en la oficina de Dublín, por ejemplo, y según la propia compañía sus trabajadores no sólo son bastante felices sino muy, muy productivos.

Los millenials tienen muy claro lo que quieren cambiar en el despacho tradicional, saben perfectamente que es lo que no funciona y están dispuestos a mejorarlo, así que están pidiendo reformas en este sistema que ya parece caduco. Una de las más importantes es la relativa a la verticalidad del trabajo, pues actualmente los abogados juniors suelen carecer de voz y voto en los despachos, estando totalmente a la sombra de los seniors. Este sistema tradicional tiene el gran inconveniente de frenar el potencial que tienen los nóveles, a los que incluso en ocasiones se trata como meros secretarios que hacen el trabajo tedioso del abogado. Los millenials traen ideas frescas y muy valiosas que en no pocas ocasiones son ignoradas, lo que les apaga la ilusión, las ganas de trabajar duro y crecer como profesionales. Por el contrario, un buen abogado brilla aún más cuando se encuentra en un ambiente laboral favorable, cuando se le incentiva y estimula a progresar, aprender y sobre todo cuando encuentra respeto y camaradería con sus compañeros y superiores. El trabajo en equipo es indispensable para mejorar como empresa.

Para que un despacho pueda prosperar en la actualidad, lo más importante según los millenials es la tecnología, sin embargo. Todos tenemos muy claro que nos hallamos en una revolución del Internet y la tecnología, y a ello no escapa tampoco este negocio. Aquí los más jóvenes tienen mucho que decir, tienen en su poder la posibilidad de diseñar plataformas o aplicaciones con las que mecanizar ciertos trabajos pudiendo agilizar el funcionamiento diario de los despachos. Pero para ello, como decíamos, se les tiene que escuchar y se les debe de permitir la participación en las reuniones colaborativas con todos los departamentos de la empresa, en las que se presenten los problemas que puedan surgir en el día a día y se busquen soluciones a los mismos entre todos, soluciones uniformes para todos los departamentos mejorando así su gestión.

Como vemos, los millenials vienen pisando fuerte y van a causar una gran revolución en el mundo jurídico, ¿por qué no subirse a ese tren?