La UE marca las reglas de juego a las plataformas colaborativas

Las novedades en este campo han sido rápidas, y siguen avanzando a pasos agigantados, por lo que no es de extrañar que las normativas de la Unión Europea y de los países miembros se haya quedado totalmente obsoletas frente a esos avances.

Así las cosas, es ahora cuando parece que se está intentando recuperar el control de esta esfera legal, sobre todo frente a amenazas como el terrorismo, pues es sabido que las organizaciones terroristas se sirven de las redes sociales para reclutar e informar a posibles brazos ejecutores de objetivos y formas de ataque. También se intenta frenar el discurso del odio y la difamación, así como la difusión de falsas noticias y bulos, como los que alertan de "un atentado inminente" en una determinada localidad, que sólo promueven infundir miedo y odio en los receptores. Por supuesto, otra de las partes débiles de estos avances en la protección de datos sensibles de los usuarios de aplicaciones móviles y plataformas, e igualmente la seguridad y secreto de sus comunicaciones, que en ocasiones pueden ser hackeadas y desveladas a terceras personas. Ello evidentemente también preocupa a nivel europeo, por lo que se busca garantizar la seguridad con métodos como el cifrado de extremo a extremo, y que este método sólo pueda ser quebrantado por orden judicial en el curso de investigaciones de posibles delitos.

Ante estas cuestiones tan importantes, la Unión Europea se ha puesto manos a la obra en la elaboración de nuevos proyectos legislativos que cubran estas necesidades, de hecho se han empezado a dar los pasos necesarios para actualizar las normas en materia de protección de datos con el Reglamento Europeo 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de abril de 2016 relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos datos y por el que se deroga la Directiva 95/46/CE (Reglamento general de protección de datos), que entrará en vigor y será directamente aplicable el 25 de mayo de 2018.

Además, también se quiere empezar a sentar las normas de juego de la llamada economía colaborativa, que no es más que una evolución del antiguo trueque, como ejemplos podemos mencionar las plataformas para compartir coche o las que ofrecen intercambios de casa para las vacaciones, por ejemplo. Este tipo de plataformas son muy interesantes, pero se topan con ciertos problemas a la hora de que algunas personas las utilizan para encubrir en ellas una actividad laboral, por ejemplo, podemos encontrar en cierta plataforma paracompartir coche, personas que realmente lo que hacen es prestar el servicio de taxista de forma encubierta y sin estar sometidos a las legislaciones de impuestos y seguros sociales. Por ello, estos comportamientos fraudulentos son los que busca combatir la Unión Europea con el desarrollo de normativas que permitan discernir claramente a los prestadores particulares, que por ejemplo comparten el viaje diario que hacen hasta la Universidad desde su localidad, de los prestadores profesionales, que "comparten" múltiples viajes diarios desde el aeropuerto al centro de la ciudad. Combatiendo así el uso fraudulento de estas maravillosas plataformas, y evitando la competencia desleal con las empresas debidamente establecidas y que pagan sus correspondientes tributos.