¿Hay que pagar a Hacienda si se gana dinero con bitcoins?

Bitcoins, como cualquier otra criptomoneda, no es ni más ni menos que una moneda virtual con unas funcionalidades similares a las de la moneda tradicional (euro, dólar…) Se puede utilizar como método de pago para aquellas plataformas que la admitan, y cotiza en ciertos mercados no regulados. Su emisión no está controlada por ningún banco ni ente nacional ni supranacional. Existen dos modos para su obtención, el primero de ellos es minar bitcoins a través de la resolución de ciertas ecuaciones o problemas matemáticos; la otra forma, más sencilla, es la compra a través de plataformas de compraventa de criptodivisas.

El problema de este tipo de moneda virtual es que nadie tiene muy claro que pasa con los beneficios que se están obteniendo con las inversiones realizadas en ella. Actualmente la misma tiene un valor de conversión a euros astronómico, al parecer los usuarios que en 2011 invirtieran mil euros en la compra de estas criptomonedas, hoy podrían disfrutar de un patrimonio de unos cinco millones de euros. Por ello, estas operaciones generan dudas fiscales en quienes las llevan a cabo, y se preguntan si deben de incluir en su declaración de la renta las ganancias obtenidas y las posibles pérdidas económicas.

La Agencia Tributaria, por su parte, no da una respuesta totalmente clara, ni siquiera existe ninguna Consulta Vinculante a este respecto, y mucho menos una legislación específica que aplicarles. Sin embargo, los asesores fiscales parecen tenerlo muy claro, sí se debe de tributar por la compraventa de este tipo de criptomoneda, tanto si se ha ganado como si se ha perdido dinero en la operación. En concreto, la corriente mayoritaria apunta a que la tributación, en los casos en los de compraventa de bitcoins, es la de tributar por estas operaciones a través de las ganancias y pérdidas patrimoniales, como rentas del ahorro, de forma que su tributación se mantiene en tipos de entre el diecinueve y el veintitrés por ciento. En los casos en los que la obtención de la criptomoneda se haga a través del minado, la cosa cambia, y su tributación se hará como parte de la actividad económica, por lo que los tipos de tributación pueden llegar a superar el cuarenta y cinco por ciento en casos en los que las ganancias hayan sido muy generosas.

Eso sí, estas operaciones no generan la obligación de tributar hasta el momento en el que las mismas se convierten a dinero real, o cuando se utilizan para la compra de otras criptomonedas, por ejemplo. En ese momento es cuando se calcula la ganancia o pérdida patrimonial que esa compraventa ha generado y, por tanto, cuando se habrá de declarar por la misma. Mientras las criptomonedas estén en nuestro monedero virtual, no existirá una ganancia ni pérdida, por lo que no hay que declarar nada. Funcionan en este aspecto igual que las acciones, por ejemplo.

El problema en este caso está en su opaco funcionamiento y en la falta de regulación de los mercados en los que se mueven. Realmente es bastante complicado para la Agencia Tributaria seguir el rastro de estas inversiones, pues al no tratarse de instituciones financieras como los bancos, no están obligados a pasar información relativa a dichas operaciones a ningún organismo estatal. ¿Quiere esto decir que si realizo alguna operación de este tipo y gano dinero no estoy obligado a declararlo? Ni mucho menos, la obligación si existirá, y en el caso de que las cantidades sean grandes es más que probable que hacienda se termine enterando a través del banco, por ejemplo, por lo que es recomendable realizar las correspondientes declaraciones y no arriesgarse a una multa administrativa, o incluso a una pena de prisión en caso de que se llegara a declarar la existencia de un delito de fraude fiscal o de blanqueo de capitales.