Francia incorpora el derecho a estar desconectado fuera del horario laboral

El Congreso español acuerda también reconocer por ley el derecho a la desconexión digital.

5 ENE 2017 · Lectura: min.
Francia incorpora el derecho a estar desconectado fuera del horario laboral

Actualmente, la gran mayoría de las personas agradecemos lo que las nuevas tecnologías traen a nuestra vida, pues sin duda hacen mucho por nosotros conectándonos con aquellos que nos importan estemos dónde estemos. De lo positivo de ello saben mucho aquellos que hace apenas veinte años, cuando aún existía el servicio militar, se iban a la mili o los que se quedaban en sus pueblos esperando noticias de los chicos que habían marchado. En aquella época se intercambiaban cartas, que incluso contenían fotografías, en las que contaban sus historias y se ponían al día de las cosas que vivían. Para ellos era impensable el poder mandar un mensaje instantáneo, una o mil fotos en tiempo real o incluso hablar "cara a cara" a través de videoconferencia, esas cosas no existían y como mucho podían mantener una costosa llamada de teléfono. Peor incluso lo tenían los que tenían que marcharse al extranjero a trabajar, pues las conferencias internacionales eran tan sumamente caras que eran impensables para la gente humilde.

En la actualidad estas situaciones son completamente diferentes, y a través de Internet podemos hablar gratuitamente y en tiempo real con casi cualquier parte del mundo, incluso pudiendo vernos las caras a través de la pantalla. Esto sin embargo, también tiene su parte negativa, y es que el contacto se ha normalizado tanto que parece que ya hemos de estar conectados las 24 horas del día para quién nos quiera localizar, incluso si se trata de trabajo. Son muchas las empresas que facilitan teléfonos móviles a sus empleados, y que luego pretenden que éstos estén localizables a casi cualquier hora. Esto genera estrés y ansiedad en el trabajador, que a pesar de estar en sus horas de descanso o incluso días de vacaciones o fines de semana, se ve esclavo de un teléfono que puede sonar en cualquier momento y, al que si no responde, puede tener luego consecuencias negativas en su relación laboral.

Por estos efectos negativos que puede traer esa falta de desconexión real del puesto de trabajo es por lo que Francia ha introducido en su reforma laboral el derecho a la desconexión. Se trata de un derecho muy tímidamente introducido, a mi parecer, pero que abre la puerta a que poco a poco se vaya considerando que el trabajador también tiene vida propia y no vive por y para la empresa. En el caso de Francia la forma de su introducción ha sido a través de convenio entre el empresario y los trabajadores (para empresas de más de 50 trabajadores), aunque en caso de falta de acuerdo será el empresario el que redacte una carta de uso de las nuevas tecnologías fuera de los horarios de trabajo. Y esa es, sin duda alguna, la parte que menos lógica parece, pues evidentemente en caso de desacuerdo el empresario siempre "va a barrer para su casa". Además de esta pequeña incongruencia, el hecho de que se discrimine de este derecho de desconexión digital a los trabajadores de pequeñas y medianas empresas lo hace tambalearse, pues suele ser precisamente en las pequeñas empresas en las que el empresario depende más de sus trabajadores, por no existir tanta diversificación de departamentos ni existir directivos que controlen un poco el funcionamiento de la misma.

En España el Congreso está tramitando una Ley de Protección de Datos que incorpora el derecho a la desconexión digital a trabajadores de empresas privadas y a empleados públicos. El principal objetivo de esta medida es evitar tener que atender cuestiones relacionadas con el trabajo en periodos de bajas laborales, de descanso o de vacaciones.

En cualquier caso, como decimos es un inicio y aún queda camino por andar en este sentido. La parte positiva en este caso la representan empresas como Orange o Michelín, que al parecer están introduciendo nuevas medidas de desconexión digital entre sus trabajadores, controlando y limitando las conexiones a distancia para facilitar una desconexión correcta en las horas de descanso o días de vacaciones. Sin duda buenos ejemplos de una senda que deberíamos de comenzar a andar también en nuestro país, en el que no sólo las jornadas laborales son prácticamente interminables sino que los empresarios suelen tener esa mala costumbre de llamar a sus empleados para solucionar problemas laborales a la hora en que les surjan, sean las tres del medio día (en su descanso para comer) o las nueve de la noche.

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Escrito por

Jennifer Alarcón

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