El sector legal, hacia el 4.0
Ya existen despachos que están empezando a incorporar entre sus herramientas algunas de estas nuevas tecnologías, como aplicaciones gestoras de la documentación
No es la primera vez que hablamos de ello, Internet es la gran revolución de nuestra era, lo que se demuestra en el gran interés que su uso genera en todas las facetas de nuestra vida, desde leer un periódico hasta salir a correr con un aparato conectado a Internet que marcará todo nuestro recorrido, velocidad, e incluso registrará nuestro ritmo cardíaco en una aplicación.
Este interés se traduce, para las grandes empresas, en la utilización de las nuevas tecnologías para implementar mejoras en la producción y ahorros de tiempo y por tanto, de costes, sobre todo a través del llamado Internet de las Cosas, el Big Data o la inteligencia artificial. Estas empresas,que han venido a denominarse empresas 4.0, se aprovechan de todas y cada una de las ventajas que les otorga el uso de los nuevos medios tecnológicos,y los despachos de abogados parece que no quieren ser menos en la carrera por la siguiente revolución industrial.
De hecho, ya existen despachos que están empezando a incorporar entre sus herramientas algunas de estas nuevas tecnologías, como aplicaciones gestoras de la documentación. Estas aplicaciones, que se han diseñado con el objetivo de ahorrar tiempo en ciertas tareas mecánicas, por ejemplo,la personalización de documentos rutinarios como las minutas de honorarios, ciertas demandas menos técnicas o complejas, etc., permiten a los abogados poder centrarse en las actividades que realmente son importantes y generan un valor añadido.Además de estas, existen ciertos programas que permiten la mecanización de la transcripción de audios, lo que da a los abogados la posibilidad de reducir mucho sus tiempos de preparación de escritos, recursos o demandas, entre otros tipos de gestión documental.
De hecho, estos nuevos programas no sólo servirán para la gestión documental, pues incluso se está trabajando en el sistema Data Forecast, una gran base de datos cuyo objetivo es evaluar el riesgo que un determinado cliente tiene de ser sancionado por la Agencia de Protección de Datos, la sanción que se impondrían y su cuantía, e incluso el plazo en el que resolverían sobre ese asunto la Agencia Española de Protección de Datos, o los Tribunales, en caso de recurrir la sanción impuesta. Al parecer, este instrumento es fiable en hasta un 90% de las ocasiones, y funciona de forma semiautomática, comprobando el posible precepto infringido y la propuesta de sanción, con base en la información publicada tanto por la propia Agencia Española de Protección de Datos, como por el Centro de Documentación Jurídica (dependiente del Consejo General del Poder Judicial). El éxito de esta herramienta, podría conllevar la aplicación de la misma a otros tipos de procedimientos sancionadores, o a la predicción más concreta de las decisiones judiciales en otros procedimientos, lo que mejoraría, sin duda, las posibilidades de los abogados de orientar a sus clientes sobre las posibilidades de éxito en su caso particular.
Como ya pasara en las anteriores revoluciones industriales, dejan de ser necesarios ciertos puestos de trabajo, pero pasan a serlo otros diferentes.Si bien es cierto que la reducción del tiempo en el procesado y gestión de documentación en los despachos de abogados, llevara a hacer necesario menos personal para su funcionamiento, no es menos cierto, que estas herramientas nos llevarán a la creación de nuevos puestos de trabajo que desarrollen, gestionen y supervisen el correcto funcionamiento de estos "ayudantes virtuales".