El Derecho de la UE sobre contratos temporales no es respetado por España
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha examinado casos en que los contratos se habían llegado a renovar hasta siete veces.
"España no respeta el convenio marco europeo sobre contratación temporal". Esta ha sido la conclusión a la que ha llegado el Tribunal de Justicia de la Unión Europea al examinar el caso de una enfermera cuyo nombramiento temporal fue renovado hasta en siete ocasiones entre los años 2009 y 2013, habiendo trabajando de forma ininterrumpida durante todo ese tiempo. Y esa conclusión deviene de que el mandato que dicho acuerdo marco da a todos los Estados Miembros, y que incluye cierta libertad para regular el tema, es el de perseguir y prevenir que las empresas, e incluso los propios organismos públicos, utilicen los contratos temporales para cubrir los puestos de trabajo que surjan de necesidades permanentes de la producción o prestación de servicios.
En este panorama, se supone que España debería de tener una regulación clara de los contratos temporales, estableciendo de forma muy detallada los casos en los que se puede recurrir a un contrato temporal, cuántas renovaciones del mismo son admisibles o el tiempo total por el que se pueden encadenar, por ejemplo. Deben fijarse unos criterios objetivos que sirvan para delimitar en qué casos es realmente necesario el uso de un contrato temporal, y en cuáles el hecho de realizarlo responde únicamente a los caprichos del empleador que, aún teniendo una necesidad permanente, cubre la misma con diversos contratos temporales celebrados con la misma o con diferentes personas, precarizando así la situación de sus trabajadores.
Por ello, en el caso que hoy presentamos aquí,el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha considerado que nuestra normativa interna en cuanto a la temporalidad de los contratos, al menos la que permite el uso (y abuso) de los nombramientos de duración determinada para cubrir las necesidades permanentes de los servicios de salud, es contraria al Derecho de la Unión Europea. Esperemos que este pequeño tirón de orejas sirva para que se modifique la normativa y de una vez por todas se empiece a solucionar el grave problema de precariedad laboral que este tipo de contratos genera.