Despachos de abogados: el eslabón débil de la cadena en materia de ciberseguridad

Internet y las nuevas tecnologías nos han dado y nos dan numerosas satisfacciones pero también tienen su parte negativa como los problemas de ciberseguridad.

17 OCT 2017 · Lectura: min.
Despachos de abogados: el eslabón débil de la cadena en materia de ciberseguridad

Precisamente por ello, el Consejo General de la Abogacía Española quiso, en colaboración con el Instituto Nacional de Ciberseguridad, organizar una jornada en materia de ciberseguridad, para concienciar y alertar de todos los peligros que se esconden tras prácticas tan sencillas y comunes como enviar un correo electrónico o el almacenamiento de datos.

El problema en cuanto a los despachos de abogados es precisamente el pequeño tamaño que suelen tener, lo que hace inviable una inversión fuerte en el mantenimiento de la seguridad frente a posibles intrusiones. Evidentemente, no vamos a echarnos las manos a la cabeza y temblar porque nuestros datos no estén tan protegidos como pueden estar los de una multinacional que puede invertir millones en esa protección, pues no debemos desconocer tampoco el hecho de que precisamente por el pequeño tamaño del despacho es menos probable que exista nadie interesado en vulnerar las medidas de ciberseguridad básicas de que disponga. Sin embargo, quizá ya va siendo hora de empezar a pensar que otras medidas se encuentran a nuestro alcance para proteger los datos de nuestro despacho y nuestros clientes.

Lo primero de todo, debemos recordar lo vulnerables que pueden llegar a ser las comunicaciones a través de correo electrónico, sobre todo cuando se hacen a través de los dispositivos móviles y smartphones, que suelen tener mayores probabilidades de estar infectados con algún virus informático. De hecho, por alguna razón, la mayoría de nuestras comunicaciones con los clientes suelen ser a través de procedimientos informáticos, por lo que debemos de empezar a plantearnos si esas comunicaciones son tan necesarias, y si la respuesta es positiva, quizá valorar emplear más el tradicional concepto de reunión para comunicar las novedades importantes.

Pero sin duda, el punto más débil que tenemos en nuestras oficinas es la protección de los datos frente a una pérdida a causa de un daño externo, por ejemplo, no es tan descabellado pensar que la oficina pueda incendiarse, al fin y al cabo está llena de papeles y aparatos eléctricos que pueden crear un cortocircuito en el momento menos esperado. Por ello, es absolutamente importante que esos datos estén protegidos, no sólo mediante su almacenaje en un servidor (que suele estar en el propio despacho), sino mediante técnicas como almacenamiento en la nube, por ejemplo, aunque también pueden almacenarse en un servidor remoto para que, en caso de catástrofe en nuestra oficina, el servidor no resulte dañado y podamos recuperar todos nuestros datos de la forma menos traumática posible.

Eso sí, como podemos observar, todas estas medidas pueden representar una pérdida de control de la ciberseguridad aún mayor, como el caso de subir los datos a la nube, por lo que, siempre debemos de hacer todos estos procesos bien asesorados por un profesional que controle la ciberseguridad de nuestros datos y nos proteja frente a cualquier ciberataque.

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Escrito por

Jennifer Alarcón

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