Derecho Medioambiental, a favor del cuidado del planeta

El derecho medioambiental es el conjunto de normas que regulan todo lo relacionado con la naturaleza y el medio ambiente. Se trata de fiscalizar todos aquellos comportamientos que puedan tener consecuencias negativas en la naturaleza, de forma que se evite su desgaste o incluso se produzcan mejoras en la misma. Dentro de este tipo de normativa se incluyen todas aquellas normas, tanto de nuestro propio Estado como las que provienen de la Unión Europea, mediante las que se regule y fomente la conservación, protección, restauración, producción, ordenación, el cultivo, manejo y aprovechamiento de los ecosistemas forestales del país y sus recursos, así como distribuir las competencias que en materia forestal afectan a nuestro país.

Surge en los años setenta, como respuesta a la necesidad de protección del medio ambiente que ya algunas asociaciones ecologistas empezaban a mostrarnos. Durante muchos años se han venido arrastrando comportamientos negativos frente a la naturaleza por el desconocimiento de los efectos que ciertos sectores de nuestra forma de vida tenían en el medio ambiente. Fábricas, coches, sobreexplotación de acuíferos o minas…todo ello ha ido desembocando a lo largo de los años en un desgaste de los recursos naturales de los que disponemos, y junto con la emisión de gases tóxicos a la atmósfera, se han causado en el planeta algunos daños muy difíciles de reparar o incluso irreparables.

Nuestra Constitución consagra ya en su artículo 45 lo siguiente:

1. Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo.

2. Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.

3. Para quienes violen lo dispuesto en el apartado anterior, en los términos que la ley fije se establecerán sanciones penales o, en su caso, administrativas, así como la obligación de reparar el daño causado.

Con el paso de los años se han ido creando diversas normativas para regular esta materia, por lo que en la actualidad el derecho medioambiental se encuentra bastante diseminado, hallándose parte de su normativa en el Código Penal, normas administrativas de las Comunidades Autónomas o incluso normas municipales, normas sobre pesca, normas sobre el aprovechamiento hidráulico, bases del régimen minero y energético, etc. así como alguna normativa europea de directa aplicación.

En cualquier caso, los ciudadanos tienen derecho a que las Administraciones Públicas les informen sobre los derechos que le otorga la ley, los deberes que tienen con respecto al medioambiente, que se publique información puntual y detallada del estado del medioambiente, a participar en los procedimientos de toma de decisiones en los que se vea involucrado el medioambiente, pudiendo presentar las observaciones y alegaciones al procedimiento que consideren convenientes.

Además de todo ello, merece la pena resaltar también el sistema de etiqueta ecológica europea, a través del cuál, todos aquellos productos, bienes o servicios que reúnan determinadas características amigables con el medio ambiente se podrán beneficiar del uso de un sello que certifica que dicho producto cumple con los standards medios de la Unión Europea en cuanto a medidas ambientales. Aunque cualquier fabricante o prestador de servicios puede solicitar que se le otorgue el derecho al uso de este símbolo distintivo, están completamente excluidos de esta posibilidad los productos farmacéuticos.

Dicho todo lo cuál, queda absolutamente claro que hemos avanzado bastante en lo que a protección del medio ambiente se refiere desde sus inicios en los años setenta, pero nos queda un largo camino por recorrer en el que se consiga unificar toda la normativa relativa al derecho ambiental y se simplifique, así como se endurezca la persecución de las infracciones de la normativa, pues por desgracia en la actualidad no es una de las normativas cuyo incumplimiento más se vigila.