¿De qué se ocupa el área de Derecho Tributario?

¿Qué comprende este área del derecho? ¿Cuál es su importancia? ¿Qué tipo de sanciones son las más recurrentes? Sigue leyendo para obtener la respuesta a estas preguntas.

13 AGO 2015 · Lectura: min.
¿De qué se ocupa el área de Derecho Tributario?

El derecho tributario es ese gran desconocido para la mayoría de los ciudadanos, ya que su mayor contacto con él es el momento en el que les toca hacer la "declaración de la renta" y la mayor satisfacción que les puede dar es que ésta "salga a devolver". Sin embargo el derecho tributario es mucho más que eso.

El derecho tributario es un gran engranaje del Estado que a través del cobro de impuestos a determinadas personas trata de redistribuir la riqueza a lo largo y ancho del país. En este derecho no sólo está la temida declaración de la renta, también se encuentran aquí englobados el IVA, el Impuesto de Bienes Inmuebles, la llamada plusvalía (que se paga cuando vendes una vivienda) y todas aquellas tasas o tributos que tengas que pagar a las arcas del Estado.

Como ya hemos dicho, su importancia es capital en un estado del bienestar como es España, pues a través de sus impuestos más importantes (IRPF e IVA) recaudan el dinero que necesitan para poder cubrir nuestras necesidades básicas, como la educación, los hospitales, las carreteras, etc. Son posibles pagadores de impuestos las personas físicas y las empresas.

Las infracciones tributarias más comunes

Pero como no todo puede controlarse, en algunas ocasiones los ciudadanos o empresarios deciden que no quieren pagar ciertos impuestos, o que prefieren pagar una cantidad menor de la que realmente tendrían que pagar, y es entonces cuando surgen los problemas con la Agencia Tributaria, fiel guardiana de nuestras obligaciones tributarias. Es cada día más común que en ciertos sectores difíciles de controlar (fontaneros, electricistas, talleres mecánicos, etc.), el profesional correspondiente ofrezca a su cliente la posibilidad de realizar el servicio "sin IVA" de forma que el cliente pagará un precio más reducido por ese servicio que le están prestando, o que una peluquera preste sus servicios en las casas de las clientas sin estar dada de alta como autónoma o como una empresa, por ejemplo. Todo este entramado es lo que forma lo que se denomina como economía sumergida, es decir, el dinero negro que se mueve entre las personas pero que no se ha declarado su existencia. Ello desencadena que, en caso de que la Agencia Tributaria tenga noticia de estas actividades al margen del sistema, pueda imponer una sanción a aquellos que están cometiendo la ilegalidad.

Las sanciones más comunes son económicas, pero también pueden consistir en penas de prisión cuando pasan de ser meros incumplimientos de las leyes tributarias a ser delitos fiscales, es decir, cuando las cantidades que se defraudan al Estado son tan grandes que entonces ha de intervenir la maquinaria judicial para parar ese delito.

Sin embargo no siempre que existe una sanción de la Agencia Tributaria es porque el ciudadano o la empresa en cuestión no han querido pagar sus impuestos, en ocasiones puede darse que un error o la ignorancia de una norma haga que se cometa una infracción tributaria sin querer. Esto suele pasar cuando la persona que realiza la liquidación del impuesto no es experta en estas cuestiones, lo que puede llevarle a consignar mal las cantidades o a omitir datos importantes, y dado que la Agencia Tributaria no tiene manera de saber que fue un descuido o una negligencia, provocan que se produzca una sanción. Imaginemos una persona que compró una vivienda de protección oficial y recibió por ello la correspondiente ayuda para su compra, esa ayuda debe declararse en el IRPF pero esa persona que no es experta en tributos lo desconoce. Cuando llega el momento de presentar la declaración de la renta solicita el borrador, pero como los datos de la ayuda no se han transferido todavía a la Agencia Tributaria no aparecen en el borrador. Esa persona confirma el borrador sin saber que está cometiendo una infracción tributaria.

En ese momento pueden pasar dos cosas, la primera es que alguien le diga a esa persona que ha cometido un error y lo subsane presentando una declaración complementaria antes de que la Administración le abra un expediente. La segunda de ellas es que esa persona no se entere de lo que ha pasado hasta el momento en el que, al actualizarse los datos de la Agencia Tributaria, se le abra un expediente por haber cometido una infracción. En el primero de los casos no tendrá mayor repercusión que la de pagar lo que le corresponda y punto, sin sanción alguna. En el segundo caso habrá de pagar no sólo lo que le corresponda, si no que se le podrá imponer una sanción que irá en función de la cantidad que haya dejado de declarar.

Por tanto, debemos concluir diciendo que el derecho tributario es una parte fundamental para mantener nuestra sociedad actual y que sin él no tendríamos cosas tan importantes como colegios, hospitales y carreteras.

Así que como dice el famoso anuncio televisivo de la agencia tributaria, no debemos olvidarnos de pagar nuestros impuestos, por el bien de toda la sociedad.

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Escrito por

Jennifer Alarcón

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