CaixaBank condenada a devolver 800 euros a un cliente estafado a través de uno de sus cajeros
Actualmente la mayoría de los cajeros son inteligentes, y capaces de reconocer el dinero que se ingresa en ellos, pero no todas las entidades bancarias cuentan con este tipo de máquinas.
En un momento tecnológico en el que casi todo es posible, la amplia mayoría de entidades bancarias disponen de cajeros automáticos inteligentes que registran cualquier movimiento que se realiza en ellos, desde las cantidades que se extraen hasta las que se ingresan, permitiendo incluso el pago de recibos con efectivo y con devolución del cambio. Sin embargo, no todos los cajeros automáticos son tan evolucionados, y concretamente algunos de la red de CaixaBank pertenecen a una gama menos evolucionada que, si bien si permite la extracción de dinero de tus cuentas bancarias, no permite el ingreso directo de billetes en el cajero sino mediante un sobre. Este sistema bastante obsoleto en la actualidad, hace que aquél que quiera ingresar dinero en una cuenta de la entidad a través de un cajero lo debe de hacer mediante su inserción en un sobre y reflejando en la máquina la cantidad que contiene este, para posteriormente ser revisada por un empleado que cuenta el dinero y valida la operación de forma manual.
Sin embargo, este método le pareció una gran ventaja a un avispado comprador de un teléfono de última generación, que terminó estafando al vendedor sirviéndose de él. El vendendor del teléfono lo publicitó en una página de compra venta de productos de segunda mano, recibiendo el interés de un comprador que le ofreció hacerle el pago de los 800 euros acordados a través de un ingreso en cuenta un sábado por la tarde, pasando posteriormente a recoger el terminal de forma presencial. Tras comprobar en la aplicación móvil de la entidad que se había reflejado el ingreso de los 800 euros en su cuenta corriente, entregó el smartphone al comprador. El lunes por la mañana recibió una llamada de la sucursal advirtiéndole de que se había cancelado el apunte pues al revisar el sobre introducido en el cajero, habían comprobado que éste estaba completamente vacío, había sido víctima de una estafa.
Ante estos hechos, y habida cuenta que la entidad bancaria nunca reflejó en el extracto que la operación estuviera pendiente de validar, ni ninguna otra salvedad que hiciera pensar al afectado que ese dinero no había sido contabilizado por el cajero automático, ha sido condenada a abonar los 800 euros más los intereses legales devengados, como responsable civil subsidiaria de la estafa cometida por el comprador. De hecho, la propia sentencia advierte a la entidad que, en estos casos, la entidad debería de hacer constar en estos apuntes la mención “pendiente de validación” u otra similar, de forma que el usuario de la aplicación pueda entender que esa operación no está constatada y puede echarse para atrás cuando se produzca la revisión de los sobres, ya que lo lógico es que el usuario entienda que si no se hacen salvedades es porque el apunte es firme y verificado.
Por su parte, CaixaBank ha decidido finalmente reforzar su sistema de ingresos mediante cajero automático de forma que esos apuntes no se ven reflejados en la cuenta del titular en tanto en cuanto no son abiertos los sobres y verificado que su contenido es el que dice ser, comunicando también en pantalla este hecho a la persona que realiza el ingreso.