A juicio los perfiles falsos de Twitter

Hoy más que nunca parece estar vigente ese viejo dicho que reza, "en el amor, como en la guerra, todo vale".

15 DIC 2017 · Lectura: min.
A juicio los perfiles falsos de Twitter

Lo que en un principio se inventó como una forma de conectar personas de muy diversas partes del mundo, hoy se está empezando a usar como arma arrojadiza en diferentes conflictos personales. Las redes sociales se están empezando a llenar de perfiles falsos cuya única misión es la de desprestigiar a la persona a la que se está suplantando, desde adolescentes a los que se acosa o difama, hasta adultos, que deberían de mostrar madurez, y que llegan a utilizar estos falsos perfiles como forma de desprestigio político de sus adversarios de cara a procesos electivos.

Una de las últimas noticias conocidas en este aspecto es, precisamente, la denuncia de una integrante de una de las candidaturas a la presidencia del Colegio de Abogados de Madrid, que dice haber sido víctima de una suplantación en la red social Twitter. Denuncia que los motivos que pudieran existir tras esa supuesta cuenta falsa son los de desprestigiar la candidatura, llegando a sugerir que pueda ser obra de la candidatura contraria, como ya habría sucedido en las elecciones al Colegio de Abogados de Barcelona.

Estas acusaciones, que de ser ciertas revisten una notoria gravedad, ya han llegado a manos de los Juzgados, mediante la oportuna denuncia penal que pide la intervención de la brigada policial de investigación de delitos informáticos, para el esclarecimiento de los hechos y culpables.

Ello nos lleva a una situación que se plantea muy compleja en un futuro próximo, pues tras el anonimato del que parece amparar la pantalla del ordenador, la gente se ve muy valiente, y debemos empezar a hacernos conscientes de que es un grave problema que no se debe dejar pasar.

Es cierto que las propias redes sociales tienen algunas formas de notificar los perfiles falsos, pero esta solución es poco efectiva, pues la máxima consecuencia que ello tiene es el simple cierre de la cuenta, sin investigación de quién está detrás de ella, y por supuesto, sin un castigo para esa persona, que podrá nuevamente crear una cuenta con la que seguir los acosos o difamaciones. Esta solución podría ser efectiva si el perfil no ha llegado a ser conocido por nadie, o no tiene fotos nuestras ni datos personales más allá del nombre, por ejemplo.Por el contrario, si la persona que ha creado la cuenta falsa ha robado fotos nuestras y nuestros datos personales, y la cuenta tiene actividad conocida por otras personas, lo más aconsejable es tomar medidas legales siempre.

En este último caso, estaríamos ante un posible delito de suplantación de identidad, o usurpación de estado civil del artículo 401 del Código Penal, que contempla penas de prisión desde los seis meses a los tres años, según la gravedad de los hechos. Por ello, si tras detectar esa cuenta falsa tomamos medidas legales y denunciamos ante las autoridades, se producirá una investigación que llevará al descubrimiento del culpable y, por ende, a la aplicación de un castigo. Esto último es especialmente importante, no sólo por el castigo en sí, sino porque a veces ese castigo impuesto a una persona es ejemplarizante para el resto de la sociedad que aprende que sus delitos no van a quedar impunes.

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Escrito por

Jennifer Alarcón

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