Ciberacoso: Cuatro de cada diez menores sufre acoso por Internet

Amanda Todd, canadiense de quince años de edad, se quitó la vida después de denunciar públicamente el acoso que recibía a través de la red. Posteriormente, el francés Guathier, siguió sus pasos. Felicia Garcia, Tim Ribberink, son otros de los nombres que engrosan la lista de víctimas mortales por ciberacoso o ciberbullyng.

Según un estudio realizado durante un año por Microsoft (Global Youth Online Behaviour Survey), más del 40% de los jóvenes reconoce haber sufrido ciberacoso. Por tal motivo, es de gran relevancia la labor de prevención por parte de los padres así como el asesoramiento legal para saber identificar y actuar frente a esta nueva forma de acoso que preocupa cada vez más a las familias españolas.

Recientemente, el Gobierno editó la Guía de actuación contra el Ciberacoso. El objetivo es aconsejar sobre los pasos a seguir una vez se ha detectado un caso de acoso en la red. Así pues, en la guía se recomienda la denuncia ante las Fuerzas de Seguridad o las autoridades judiciales. Es importante presentar una denuncia ante la policía o el Juzgado de guardia o el Fiscal de Menores pues estos actos pueden ser constitutivos de delito.

Cuatro de cada diez menores han reconocido haber sufrido insultos o ataques de compañeros de clase o ex parejas a través de la red.

Antes de que estas actuaciones tengan consecuencias irreversibles para el menor, los expertos recomiendan que los padres y el sistema educativo establezcan medidas de prevención y de alerta para que el ciberacoso pueda detectarse en sus primeras fases y no trascienda.

Pautas para frenar el ciberacoso

1. Es importante ofrecer a los niños una buena educación en las nuevas tecnologías. El niño debe ser conocedor y partícipe de sus ventajas y beneficios, pero también debe ser informado de los riesgos de su mala utilización. Informar antes de prohibir es la clave.
2. Si el niño utiliza Internet es importante que el entorno familiar ejerza un control sobre el uso que se hace de éste. En algunos casos se puede bloquear páginas que puedan suponer un peligro para la integridad del niño.
3. Ejercer un control sobre las páginas que visita el niño es importante, pero también lo es saber con quién se relaciona y qué comparte con éstos. De esta forma, es recomendable que se conozca quienes son los amigos del niño en la red y que material intercambia con estos con el objetivo de evitar que el menor tenga acceso a contenidos nocivos como violencia, pornografía, o apología del consumo de sustancias tóxicas o de conductas perjudiciales para él.
4. Limitar las horas y el consumo del uso de Internet. La familia debe consensuar un horario de uso, así como la edad para que el niño disponga de teléfono móvil con acceso a Internet.
5. Es recomendable que el ordenador se encuentre en una zona compartida donde se pueda supervisar con mayor facilidad el uso se ejerce por parte del menor.
6. Aplicar las políticas de seguridad que se utilizan en los centros educativos puede ayudar a ejercer un mayor control y actuar de forma conjunta con el centro escolar.
7. En el caso de que las medidas de seguridad y control no hayan podido evitar que el menor sufra ciberacoso es importante mostrar comprensión y empatía. Compartir la problemática con el centro escolar puede ser de gran ayuda para alertar a otros compañeros y para conocer mayor información del acoso.
8. Existen casos de ciberacoso en los que la denuncia inmediata es imprescindible. El intento de un adulto de establecer lazos de amistad con un menor para obtener satisfacción sexual debe denunciarse ante los Cuerpos de Seguridad del Estado.
9. La protección legal a través de un seguro de protección jurídica facilita el asesoramiento legal previo así como la asistencia de un abogado y la cobertura de los honorarios del letrado y procurador, tasas judiciales, peritos entre otros.