China, una ruta prometedora para el sector legal

El gran gigante asiático poco a poco va emprendiendo el vuelo de la apertura y de la internacionalización del país y de sus negocios, y por supuesto también la de los despachos legales. Si bien el Derecho no es algo ajeno a ninguna sociedad ni cultura, pues todas tienden a ordenar las bases en las que se asientan de un modo u otro, no es menos cierto que muchas veces el Derecho de una sociedad, cultura o país no se asemeja a nuestro concepto actual de Derecho.

En base a este dato, es por lo que podemos decir que hasta hace relativamente poco tiempo, China no tenía un sistema jurídico como el que nosotros identificamos por tal. Fue a finales de la década de los 70 cuando, sobre la base de la experiencia anterior, se empezó a definir el actual modelo reformista y aperturista de un socialismo moderno.

Así fue como China comenzó a construir su propio Estado de Derecho, y como paso a paso se va abriendo al resto del mundo, permitiendo no sólo la salida de sus negocios al exterior, sino también la entrada de los demás a su país. De esta apertura, las consecuencias en cuánto a la industria ya las conocemos todos, pero muy poca gente se para a reflexionar en las consecuencias legales de la misma. Pues bien, las consecuencias son bien claras en este ámbito, desde la década de los 70 hasta hoy China se ha convertido en la prometedora ruta de los bufetes de abogados españoles que quieren iniciar allí su andadura, o que aún permaneciendo en nuestro país, quieren iniciar una alianza con los leales despachos de abogados chinos.

Al igual que decíamos en nuestro anterior artículo, este es otro de esos casos de expansión transfronteriza de nuestros despachos. El gran problema en este caso suele ser que, al contrario del caso de Colombia, no se comparte con China ni idioma ni bases del sistema judicial, por lo que al tratarse de una cultura tan diferente a veces puede plantear ciertas trabas a la hora de la expansión y el acuerdo entre ambas firmas. Pero en lo que todos los despachos parecen coincidir es en que una vez alcanzado el acuerdo con la firma legal china, se genera una gran relación de confianza entre ambas firmas que hace que esa unión sea fuerte y estable en el tiempo.

En esta línea del desconocimiento de esa cultura milenaria, también podemos mencionar a las empresas españolas con intereses en China, para las que los acuerdos de entre despachos legales van a suponer una gran mejora, siempre que quieran aprovecharla. Estamos hablando del hecho de que muchas empresas españolas pierden la oportunidad de llegar a un acuerdo con las empresas chinas con las que tratan, no por no ofrecer lo que la otra empresa necesita, sino por el simple desconocimiento del llamado knowhow del abogado, el saber hacer y saber entender la mecánica de las negociaciones con los empresarios chinos. Y aquí es precisamente dónde juegan un papel indispensable las colaboraciones entre los despachos de ambos países, para mejorar las relaciones comerciales entre nuestras empresas y las suyas.

Como hemos dicho al principio, todos sabemos como ha evolucionado la industria en China, también conocemos las ventajas que nos ofrece la alianza con sus firmas legales, así que ¿y porqué no?